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 Todo fue una previa. Desde que mi mamá me desprendió la mano, y  me dio un beso en el pelo el primer día de colegio hasta ahora. Todo fue una preparación. Desde que me enseñaron a no mentir, hasta que me enseñaron que mentir en muchos casos era un bien necesario ; desde que me dieron mi primer juego de llaves, hasta que tratas de no hacer ruido a las 4 a.m entrando a tu casa por que supuestamente volvías a las 12 ;desde que nos divertíamos en los peloteros, hasta que te embriagas con tus amigos noches y noches; desde que me di cuenta que hasta las manos que me enseñaron a caminar, también  podían dejar caer cosas sin darse cuenta; desde tu primer mejor amigo, hasta tu primer mayor desilusión. Todo es preparación, y no me queda más que desear. Desear, por que estoy en el medio. Desear, por que no puedo hacer nada hasta que las cosas pasen. Es mi último año de preparación a la vida real, y deseo tan fuerte mi futuro que lo puedo ver.

Deseo tanto la casa que quiero tener que puedo verme construyéndola con mis propias manos. Deseo tanto el trabajo que quiero tener que puedo ver mi nombre escrito en todos lados, puedo escuchar el ruido interno de los estudios de grabación y de radios; puedo ver artículos largos con mi firma al final. Deseo tanto los hijos que quiero tener que puedo escuchar sus risas chiquitas por toda mi pieza. Deseo tanto las personas que quiero seguir teniendo que puedo imaginarnos hablando de economía política y geografía. Deseo tanto la persona que quiero amar que puedo escuchar todos las canciones de mis bandas preferidas a la vez en la habitación. Deseo tanto los perfumes que quiero usar que puedo sentir el olor a fresas por todas las calles. Deseo tanto ser feliz que no puedo dejar de llorar.

Y estoy en el medio.

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