jueves, 1 de enero de 2015

hubo unos días que no pude más conmigo misma, y realmente me asusté por que yo no soy de llorar y entonces pensaba que nada podía estar peor. Que absolutamente todo era una mierda, y que todo lo bueno que me pasaba no tenía sentido por que esto lo había opacado por completo. Me dormía llorando y al otro día apenas abrí los ojos sentí esa punzada devuelta en mi pecho, que me cierra la garganta y no te deja respirar regular, esa horrible sensacion previa al llanto que nos hace informar que algo no está bien.. devuelta. Después me levantaba a cambiarme y sentía que mi cuerpo no reaccionaba a la acción, tener que obligarme a moverme era como tener que retar a cada parte, diciéndome por adentro "dale, hacelo". Después ponía algo de música y entonces el drama volvía a empezar, todo gris, nada de color solo me acordaba de todo lo bueno. Entonces empezaba por el primer recuerdo y ya mis ojos empezaban a ver nublado todo. Y cada vez me lastimaba más y más fuerte me apretaba contra la almohada tratando de que algo me alivie pero no, yo quería más entonces me acorde de todas nuestras risas, de todos los momentos que me nos reímos,que jugábamos con las manitos y las narices y los ojitos como nenes, de todos los momentos que con una sonrisa le daba un beso, por que eso ya no era un beso de amigos, el mio después de varios meses tenía amor. Y no fue hace mucho que empecé a sentir que era la única persona que podía hacerme sentir feliz nada más con verlo una hora y media en la puerta de mi casa, con que me cuente cosas sobre su vida o día que de alguna forma no se por qué me importaba tanto. Y en el medio del desahogo de mis lágrimas empecé a buscar más para llorar, entonces encontré el momento donde me di cuenta que me volvía loca hasta verlo dormir. Y todo terminó en una última conversación y la mezcla de las palabras que más me hirieron en todo el año con los momentos más felices del mismo, entonces para terminar de morirme entre llanto busqué el primer beso. Y de alguna forma con él todas las canciones de amor posibles existentes en el planeta tierra que en mis 17 años escuché, entonces fue tanto que me quedé dormida.
Al día siguiente me encontré con mis amigas no parando de reír, unos días antes que termine el año empezamos a recordar todo, entonces de una historia graciosa entre medio de risas y risas desembocaba en otra graciosa, y como no queríamos parar de ser felices buscamos alguna de las millones y dos anécdotas que en estos doce años de colegio recaudamos con tanto amor para algún día, poder hacer eso que estábamos haciendo, riéndonos de nosotras mismas por que una vez que lo ridículo se vuelve divertido, buscamos hacernos el ridículo entre nosotras todo el tiempo y para terminar de ser felices, nos quedamos calladas cansadas de tantas risas pensando que no podría haber sido mejor el momento. 
Y me di cuenta de algo, por ahí muy lejano a mi edad ya, pero siempre viví tanto el momento que no tuve la oportunidad de ponérmelo a pensar. Es la misma razón por la cual en el medio de un desahogo de un llanto buscamos razones para llorar más, que por las que en el medio de risas buscas más para seguir riéndote. Nosotros no tenemos el control de nuestras situaciones, de las cosas que nos pasan, pero si de como sobrellevarlas, tenemos el control de parar o seguir. Y por ahí hoy sigo con mis deslices algunas veces, tratando de pensar que fuiste un lío más o cuando escucho una canción que se cantaban en el auto yendo a no se donde. Pero se que puedo parar, y sonreír con la misma fuerza que lo hice antes 

No hay comentarios:

Publicar un comentario